No hay constancia del momento en el que se empezó a utilizar este calzado. Hay escritos de 1910 en los que el archiduque Luis Salvador de Austria, en uno de sus viajes a Ibiza, ya las utilizaba.
Se trata de un calzado que solo se usaba en Ibiza, en ninguna de las otras islas, peculiaridad que ha hecho que sean conocidas como espardenyes típicas ibicencas.
La espardenya de morret de pitra y suela de esparto es la que utilizaban las mujeres para vestir en fechas señaladas y para acudir a misa.
La espardenya calada de pitra y suela de esparto es la que utilizaban normalmente las mujeres para los trabajos del campo y para vestir a diario.
Las espardenyes tupidas abiertas con suelas de esparto eran de pitra y, como ocurría con las de morret de mujer, solo se ponían en fechas muy señaladas para los trabajos del campo.